viernes, 17 de mayo de 2013

GAMOFOBIA









Los datos son certeros: cada vez hay menos casamientos. Las razones del  fenómeno pueden variar de un país a otro, pero en casi todos se da esta constante. Los motivos también pueden ser económicos y sociales, pero aquí se tocará el tema de la “gamofobia”, es decir, el nombre técnico para hablar del “miedo al matrimonio”. 

por Gustavo Masutti Llach
En “Runaway Bride” (“La novia fugitiva”, 1999), Richard Gere interpreta a Ike Graham, un periodista que trabaja en un reportaje sobre Maggie Carpenter, el personaje de Julia Roberts. La chica tiene la extraña manía de dejar “plantados” en el altar a sus pretendientes. El caso es que la película era una remake de otra con el mismo título dirigida en 1930 por Donald Crisp. Sin embargo, no podría haberse filmado exactamente la misma historia porque la visión del compromiso no es la misma de siete décadas después. De hecho, la nueva versión podría haber cambiado su título a “La vida de Julia Roberts”. Es que se sabe que la actriz fue pareja de Liam Neeson, Benjamin Bratt, Dylan McDermott, y Matthew Perry, entre otros. Se comprometió con Kieffer Sutherland pero se arrepintió la noche previa a la boda. Finalmente se casó con Lyle Lovett pero en menos de dos años ya estaba divorciada.
De acuerdo con las estadísticas, este tipo de historias son muchísimo más comunes ahora que en 1930. Lejos de los tiempos del compromiso romántico con el varón con una rodilla en tierra y un anillo en la mano proponiendo amor eterno a una dama extasiada o del “pedido de mano” a los padres, cada vez más son los que posponen o reprimen la idea del matrimonio por temor. Algunos hasta llaman al matrimonio “tumba del amor”. Sin embargo, muchas veces lo que se esconde detrás de esa frase rebelde es miedo. Clínicamente se habla de "gamofobia", que es la fobia a casarse y es el pánico a la relación de pareja, con dos aspectos: temor a la sexualidad y temor a la dependencia.

Los motivos del miedo


Marisa tiene 29 años y es médica. Ella se desempeña en el área de pediatría del Hospital Ramos Mejía de Benos Aires. Hace siete años que está en pareja con Julián, a quien conoció en la Universidad, pero aunque se llevan muy bien, no se casan. “El trata de convencerme –confiesa- pero yo no cedo. Primero intentó por el lado emocional y me hablaba de los ‘hitos’ de una relación. Cuando se dio cuenta de que por ese lado no conseguiría nada se volvió pragmático: Empezó a hacer cuentas y a demostrarme cuánto dinero nos ahorraríamos si compartiésemos la vivienda. Pero no hay caso, por más que lo amo, no me interesa atarme de ese modo. Estoy en una etapa ascendente de mi carrera y no es el momento para distraerme. Aparte, toda mi vida viví con mis padres y ahora que por fin pude independizarme (hace menos de un año) no voy a coartarme la libertad. Habrá un momento para pensar en el casamiento y los hijos. Está claro para mí que no es ahora”.   
Ya en los ´90, en su libro “El temor al compromiso”, los psicólogos estadounidenses Steven Carter y Julia Sokol afirmaban que la gamofobia, lejos de ser un problema exclusivamente masculino, también afectaba a muchas mujeres. “El matrimonio –escriben- dejó de ser la meta y la condición fundamental para ser alguien en la vida. Ahora las mujeres tienen sus empleos, sus profesiones y grandes posibilidades de progresar en sus carreras. Así, la mayoría tiene miedo de quedar encerradas en una relación tradicional y poco feliz”.

La socióloga panameña Dra. Enriqueta Davis indicó en El Panamá América del jueves 24 de enero de 2002: “Las mujeres llevan la parte más pesada de la responsabilidad conyugal; si cuando eran novios, él ayudaba a lavar los platos, con el matrimonio deja de hacerlo porque ‘son cosas de mujeres’". Y especifica: “En Panamá hay una gran cantidad de mujeres profesionales que no tienen compañero y que mientras más estudian y se especializan, más difícil se le hace la elección de uno. Ellas temen perder el espacio que piensan que han ganado por medio de sus estudios y no quieren ser esclavas de sus maridos como sus abuelas. Como estudian más mujeres que hombres, el número de graduadas es mayor y ellas ocupan casi todos los puestos de honor. Los hombres se sienten intimidados por esta nueva generación de mujeres preparadas, temen no llenar sus estándares. Para estas dificultades y miedos podríamos recetar tres cosas: paciencia, amor y comunicación. La primera se necesita a la hora de escoger a la persona adecuada; una vez se la encuentra, tienes el amor, que le ayudará a comprender las diferencias de los dos, y finalmente la comunicación será muy útil cuando aparezcan las dudas y temores. Conversen mucho y aclaren todo”.

Ellos también

Raúl tiene 35 años y es un empleado administrativo de una compañía de seguros. Desde su adolescencia tuvo decenas de romances furtivos (algunos simultáneos, en honor a la verdad) pero nunca se comprometió. “Es extraño –se sincera- pero es como si tuviese una barrera invisible. Cuando la relación pasa los dos meses suena una alarma adentro de mi cabeza y a partir de allí me pongo tan distante y frío que nunca llegan a los tres meses. Salvo una vez, que estuve un año con una chica, pero al final ella me dejó. Toda mi familia me presiona para que formalice pero no hay caso. Hasta llegué a tomar un par de sesiones de psicoanálisis pero me sentí muy tonto luchando para hacer algo que no me interesaba para nada y lo dejé. Simplemente no tengo ganas de tener esa responsabilidad, ¿Es tan difícil de entender? Por otro lado, todas las chicas que conozco, antes de la tercera salida ya me preguntan cuánto gano o qué automóvil manejo. Puedo adivinar que en algún momento voy a tener que mantenerlas económicamente y no me interesa asumir ese rol. Por otra parte, me cuesta ser fiel porque en poco tiempo me aburro. Después de todo, el matrimonio es una institución antigua a la que cada vez menos gente le da importancia. Y no es garantía de felicidad: mis padres se separaron cuando yo tenía 12 años y fue todo un gran trastorno”.

En el sitio mexicano www.limalimon.terra.com.mx la consejera Luz Lima argumenta con una lógica machista implacable ante la consulta de una de sus lectoras: “Es muy común que al hombre le dé miedo casarse y adquirir las responsabilidades que trae consigo el matrimonio, tanto para la mujer como para el hombre. Pero hay que admitir que las del hombre son más grandes, mas que nada en la parte económica. Porque aunque esto ha cambiado y nosotras también aportamos dinero al hogar, ésta es sólo una colaboración ya que la responsabilidad verdadera cae sobre los hombres. Sin embargo, llega un momento en que el amor y el deseo de formar una familia con alguien es más grande que ese miedo. Es cierto que algunas veces sólo ponen pretextos porque poca gente se casa teniendo todo. Y en cuanto a los amigos, pues sí pierden parte de esto, ya que ahora tendrán que compartir sus tiempos libres y de diversión principalmente con su esposa y no con los amigos. Pero esto también tiene solución ya que la pareja puede ponerse de acuerdo para que ambos tengan espacio y tiempo para estar con sus amigos. Las mujeres deben analizar bien sus relaciones para saber si lo que su pareja dice son pretextos o realmente tienen razón en esperar más para casarse. También tiene mucho que ver el tipo de vínculo que están manteniendo: qué tan bien se llevan, cómo se comunican, qué tan afines son, etcétera. Si la relación va bien, algo está pasando que los detiene a dar el siguiente paso. Si se dan cuenta que posiblemente no esté dentro de los planes del hombre casarse pues la mujer debe valorar si quiere seguir con él hasta que llegue el momento para él o si desea alejarse”.

El psicólogo argentino Francisco Isura tercia: "Se observa en las personas una tendencia al individualismo al tiempo que se pierde de vista al otro, hay como un desencuentro, una desconexión con el prójimo. Los nuevos valores como la levedad y la eterna juventud son comunes, hay una negación del paso del tiempo, de lo histórico, de los procesos, y esto se presenta con gran frecuencia. Todo es ‘cool’, ‘soft’ o ‘light’". La búsqueda del éxito y la inmediatez son para muchas personas los objetivos a alcanzar en una cultura utilitarista. Es decir que eres alguien en la medida en que puedas dar algo. Creo que con valores efímeros no se pueden construir proyectos a largo plazo. Cuando una relación no se produce luego de varios intentos a lo largo de un tiempo, o ésta se presenta con total precariedad, emerge un sentimiento de desesperanza, hay una pérdida de expectativas, irrumpe el miedo a relacionarse y a que todo deje de ser fantástico de un momento a otro. Esto lleva a un aislamiento porque hay mucho miedo al encuentro con el otro, ya que enfrenta sus miserias con las de uno".

Miedo al amor


“El miedo o fobia al matrimonio viene reforzado por las experiencias que las personas han vivido y visto a su alrededor - suma Enriqueta Davis-. Si se procede de un hogar en donde el matrimonio se rompió y se vivió al cuidado de la madre o la abuela sin una figura masculina o se ha sufrido de falta de responsabilidad materna, la persona en cuestión va a tener muchas dudas acerca de unirse en matrimonio. También tenemos a quienes han convivido mucho tiempo y al casarse termina la relación; entonces se responsabiliza a la institución del matrimonio y no es así, en realidad la razón para que este tipo de cosas ocurran es que se enfoca al matrimonio como el aval de una propiedad. Cuando la pareja no está casada se siente compelida a tener una relación más armoniosa y a cuidar a su media naranja. Con el matrimonio, sienten que son propietarios de la otra persona y comienzan a tener actitudes que van deteriorando la relación, pues a nadie le gusta sentir que es propiedad de otro u otra”.

En el artículo “Atreverse a amar” del diario Los Andes, el psicólogo argentino Francisco Isura afirma: “Si uno quisiera enriquecer el mundo interior, el de los sentimientos, una de las propuestas es revisar los afectos personales, saber con qué uno cuenta y a partir de ahí predisponerse, pero me parece importantísimo revisar el por qué de la poca tolerancia a enfrentar frustraciones o cambios en pos de una vida afectiva con otro ser. Hay muy poca tolerancia y en la primera de cambio se rompe el vínculo ya sea reciente o de larga data. La imposibilidad de relacionarnos afectivamente en armonía y plenitud está arrojando consecuencias muy dañinas, así cada vez hay más consultas al analista, adicciones y suicidios, la sensación de tristeza tarde o temprano llega. De todos modos no se puede generalizar en cuestiones tan personales como la que nos ocupa. Hay quien resuelve su soltería prolongada de manera sana, llenando tiempo, espacio y afectos con amistades, satisfacción profesional o participación social activa. Imaginemos que no todas las personas viven en compañía de una pareja y sin embargo alcanzan una gran paz interior y por qué no una envidiable versión de la felicidad”.

Desde luego, y como asegura el psicólogo estadounidense Rüdiger Dahlke en su libro “Las etapas críticas de la vida”: “Cuanto menos se hayan superado las crisis precedentes de la vida, tanto mayores son las hipotecas que se llevan al matrimonio”.

Lo cierto es que más allá del discurso, lo que se está poniendo en juego a la hora de rechazar los compromisos de pareja es la imposibilidad de relacionarse. La incapacidad de amar realmente sin ataduras. ¿O acaso el negarse a las ataduras no lo es también?

Debe existir un equilibrio entre la protección de la autonomía y las intenciones de formar parte de un todo; debería dejarse el cultivo narcisista porque quienes se mantienen en una actitud defensiva, mirando al compromiso como perjudicial a la propia realización personal, manifiestan desconfianza en la integración a un todo y miedo frente a ser absorbidos por este proceso. Y darse cuenta que la mirada de los demás puede influir pero no debería determinar. Y a veces la resistencia a “darle el gusto a la sociedad” se puede volver en contra. Es cuestión de perspectiva.

Por ejemplo, en el artículo “La nueva angustia frente al matrimonio de www.lightning.prohosting.com se postula: “Actualmente se piensa que si un joven se dedica a criar sus hijos, está perdiendo los mejores años de su vida, pero podría ser al revés: por medio de la crianza se dan más las posibilidades de la propia afirmación, de consolidación de la identidad y de responsabilidad independiente. En la educación de los hijos se produce la reconciliación con los padres y la liberación del amor - odio que les perturbaba, por medio de una nueva comprensión de los problemas que tuvieron cuando los criaron a ellos”. Como se ve, en definitiva, todo pasa por el punto de vista.

Mirar y actuar


Tal vez el gamofóbico decide que es tiempo de dejar la soledad. Lo aconsejable es una terapia seria y una revisión de la propia historia. Sin embargo, hasta entonces, Sokol y Carter aconsejan: “Reconocer los conflictos y asumir que hay que afrontarlos. Conviene revisar las fantasías acerca del compromiso, estar atentos a en qué momento de la relació aparece el miedo y por qué. Luego, hay que definir a qué se le tiene miedo (¿perder la libertad, ser desdichado?) e ir a fondo. Una vez resuelto esto hay que comprometerse con uno mismo y con su vida. El gamofóbico suele pensar que todo se solucionará cuando aparezca una persona perfecta. Debería pensar lo contrario: si no cambia su cabeza, nadie le vendrá bien. Ya en este punto hay que tener cuidad con la ansiedad y las dudas. Ante la futura relación hay que relajarse y cuando aparezca la crisis tomar distancia sin definir nada de un modo alocado. Y sobre todo, empezar a tomarse en serio la próxima pareja. Después de todo, ¿alguien se imagina cómodo ante una película de Julia Roberts en la que al final ella no se casa?

RECUADRO:

Opiniones como en botica


Como todos los temas que tocan lo íntimo, el compromiso con una pareja genera interesantes discusiones. Y para ilustrarlo sirven los debates de los sitios de internet, donde se puede opinar sin vergüenza. Como botón de muestra aquí va una serie de comentarios seleccionados del foro www.hartas.com:

Niky: “El compromiso es una actitud mental y emocional al que casi todas tememos por varias razones. Una de ellas es el miedo a decirle a la otra persona: 'Te amo y quiero estar a tu lado por siempre’, porque sientes en ese momento que se te escapa la libertad. Me ha pasado y lo peor es que a veces al decirlo y aceptarlo frente a la persona que amas estás mostrando tu punto más vulnerable, por lo tanto corres el riesgo de que te puedan dañar y eso es algo que a nadie le gusta. Así es la vida, queremos cuidarnos tanto de que no nos dañen que podemos ser muy infelices”.

MM : “No creo que no haya personas dispuestas al compromiso, hay personas con MIEDO a ser lastimadas. En el fondo, todos necesitamos saber que hay alguien especial”.

Carloto: “No sé si puede servir de algo mi vivencia a las personas que sí aceptan el compromiso. Llevo muchos años con mi chica y sigo temiendo la palabra compromiso, aunque en el fondo lo necesito para poder vivir mi relación con plenitud. Sin embargo, cuando hablo con ella me niego a reconocérselo, es como si por ello perdiera el último reducto de mi independencia. No quiero que sepa que me he entregado en cuerpo y alma, no quiero tampoco oírmelo decir, y sin embargo es verdad”.

Rolo: “El tema me hizo recordar a la mujer que aún amo. ‘Compromiso’ fue la palabra que nos alejó, porque ella no lo quería y yo sí. Al leerte confirmo que se trata solamente de una palabra. Que se puede decir sin estarlo y se puede negar un compromiso estando tan enamorado que entregas todo por la mujer amada. El compromiso entonces se demuestra en los hechos, no en las palabras y ella, mi Ale, no está enamorada de mí. Y cómo duele...”

Andrea: “Toda la vida mi familia me ha machacado la cabeza con esto del compromiso, la fidelidad y la decencia. Siempre he intentado cumplir con sus peticiones, y hacerlos felices. Sin embargo no todas las personas están formadas por el mismo material. No todo mundo desea estabilidad y monotonía. Tampoco existe la persona perfecta a quien entregarse. Lo más cercano será conocer a alguien que te aguante lo suficiente un tiempo. ¿Por qué tenemos que pertenecerle a alguien? ¿Acaso somos objetos?.



FRASES

"El amor no es sólo un sentimiento. Es tambien un arte."
Honoré de Balzac (Novelista francés, 1799-1850)

"El amor es como el fuego, que si no se comunica se apaga." Giovanni Papini
"Cásate; si por casualidad das con una buena mujer, serás feliz; si no, te volverás filósofo, lo que siempre es útil para un hombre."
Sófocles (Poeta trágico griego, 496 a.C. - 406 a.C.)

"Temer al amor es temer a la vida, y los que temen a la vida ya están medio muertos."
Bertrand Russell (Filósofo británico, 1872-1970)

"La libertad es incompatilbe con el amor. Un amante es siempre un esclavo." A.L. Germaine

"El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia." William Shakespeare (Dramaturgo inglés, 1564-1616)

miércoles, 17 de abril de 2013

eritrofobia


Eritrofobia
La eritrofobia es el miedo a ruborizarse. La persona que se ruboriza reacciona negativamente, sintiéndose avergonzada por ello. Esto hace que su ansiedad aumente, y que pueda provocar un mayor rubor. De este modo, puede tener miedo de verse en situaciones en las que previamente se ha ruborizado.
Causas
Ser el centro de atención de los demás puede desencadenar el rubor facial, incluso aunque no se trate de una atención negativa por parte de los demás. Ser el centro de atención pone a una persona bajo la mirada de los demás, y esta mirada puede volverse crítica, rechazadora o humillante.
En condiciones normales, el flujo sanguíneo en los vasos cutáneos de resistencia y en el plexo venoso subcutáneo es regulado tanto a nivel neuronal como local. Sin embargo, existen ciertas diferencias importantes entre ellos. Una de ellas es que los vasos cutáneos de resistencia exhiben un tono basal independientemente de la inervación, en reacción a un estiramiento pasivo inducido por la presión sanguínea. 
Por lo general, el rubor facial ha comenzado en la infancia o la adolescencia, edad en la que es frecuente ser objeto de burlas cuando los demás observan el enrojecimiento de la cara. Esto hace que la persona se sienta avergonzada y humillada y perciba el rubor de un modo especialmente negativo, como fuente de desprecio y rechazo por parte de los demás.
Consecuencias
El miedo a sonrojarse hace que la persona se sienta ansiosa, de modo que el mismo miedo al rubor facial puede acabar provocándolo, estableciéndose así un círculo vicioso.
Esto puede hacer que sienta un miedo especialmente intenso a que el rubor llegue a ocurrir, pudiendo incluso llegar a evitar situaciones en las que considera que podría ruborizarse. Dado que el propio miedo al rubor genera una ansiedad que puede llegar a hacer que el temido rubor aparezca, las situaciones temidas pueden ser cada vez más numerosas, y este miedo puede mantenerse en la edad adulta

emetofobia


Emetofobia
La emetofobia (del griego εμετός, de vomitar, y φόβος (phóbos) que significa "temor") es un miedo irracional y anormal al vómito, al vomitar y al ver a otra persona vomitando.

Muchos emetofóbicos no pueden llevar una vida normal a causa de su fobia, algunos lavan excesivamente los alimentos para que no quede presente alguna bacteria en el alimento que los pueda hacer vomitar. Algunos también evitan estar solos con niños pequeños por esto mismo, también evitan reuniones donde el alcohol está presente, algunas mujeres emetofóbicas evitan quedar embarazadas debido a que este estado puede causarles vómito.

Demofobia: fobia a las multitudes



Demofobia:
Definición ampliada:
Se define como un persistente, anormal y injustificado miedo a encontrarse entre las multitudes. Se relaciona con la agorafobia (miedo a los lugares abiertos).

El que padece esta condición tiende a evitar los lugares donde hay mucha gente, tales como los recitales, los espectáculos, el cine, el teatro e incluso las reuniones. Es similar a la oclofobia y la enoclofobia.






Cremiofobia: Fobia a la soledad

Hay gente que le tiene miedo a la soledad.
Quizás por eso siempre entregan amor a quien esté más cerca, sin necesariamente sentirlo.
                     


Tal vez por eso se aferran con desesperación de aquellos que les quieren, aun cuando no sea un sentimiento mutuo ni correspondido.
Que triste y vacío debe ser entregar, sin realmente desear hacerlo.
Que absurdo debe ser recibir, sin siquiera emocionarse ni esperarlo.
Que superficial debe ser retener, sólo para no experimentar abandono.

domingo, 7 de abril de 2013

COPROFOBIA

No existe una explicación muy reconocida para este tipo de fobias pero se entiende como el Miedo irracional a los excrementos y/o la suciedad general.

COITOFOBIA

La coitofobia o fobia a la penetración en las relaciones sexuales es un trastorno cuya prevalencia se desconoce debido al reducido número de personas que acuden a consulta por problemas sexuales. Es una fobia específica caracterizada por una respuesta de miedo intenso y por conductas de evitación ante la penetración en las relaciones sexuales, no siendo generalizada dicha reacción en otras conductas relacionadas con las prácticas sexuales. Así mismo, la persona siente limitada el mantenimiento de una vida sexual saludable. En este trabajo presentamos la intervención llevada a cabo con una paciente de 31 años que tras su evaluación es diagnosticada de coitofobia o fobia sexual a la penetración en las relaciones sexuales. La intervención se llevó a cabo a lo largo de 19 sesiones semanales de una hora de duración. La terapia realizada consistió en la aplicación del método de Lo Piccolo en sus diferentes fases. Paralelamente se llevó a cabo técnicas de relajación, detección del pensamiento y auto instrucciones. Los resultados obtenidos muestran la eficacia de la intervención.

sábado, 6 de abril de 2013

claustrofobia


 Miedo a los espacios cerrados.

Se define como un persistente, anormal y injustificado miedo a permanecer en un espacio cerrado.
Esta fobia puede ser consecuencia de una mala experiencia (como por ejemplo, haberse quedado encerrado en un espacio cerrado) o también indirectamente (por escuchar relatos de personas a las que les haya sucedido algo parecido). Las personas que padecen de este miedo a los espacios cerrados (se estima que entre un 2 y un 5% de la población) suelen evitar en consecuencia los ascensores, el metro, los túneles, las habitaciones pequeñas, hasta las puertas giratorias les pueden presentar dificultades, así como también el uso de equipos para técnicas de diagnóstico médico como el TAC. No temen al espacio cerrado en sí mismo, sino a las posibles consecuencias negativas por encontrarse en este lugar. Por ejemplo, temen quedarse encerrados para siempre o a morir asfixiados, debido a que creen que no hay suficiente aire en espacios cerrados. Asimismo, muchos espacios pequeños y cerrados implican poca libertad de movimientos, lo que hace que las personas claustrofóbicas se sientan muy vulnerables.
Al anticipar que van a entrar, o al ingresar a un espacio cerrado, quienes sufren esta fobia experimentan una ansiedad intensa y síntomas tales como falta de aire, mareo, palpitaciones, etc. Los fóbicos tienden a evitar los espacios cerrados, a los cuales describen con la sensación de estar atrapados sin una salida.

Cibofobia

Fobia a los Alimentos

Cibofobia es el miedo irracional y patológico a los alimentos que suele asociarse a la anorexia, sin embargo, existe una diferencia principal entre ambos trastornos alimenticios: en la anorexia, el enfoque de la persona está en su imagen corporal mientras que en la cibofobia, el miedo de la persona se centra en el alimento.

Algunas maneras en que se puede observar este miedo es en situaciones como las que se describen a continuación.

  • No poder comer algo que preparó alguien más. Suele ser difícil comer en restaurantes.
  • Tirar la comida que se guardó en el refrigerador después de 24 horas de no haberse comido por miedo a que esté echado a perder.
  • No poder comer algo que no está completamente cocido, incluso a veces se quema la comida para asegurarlo.

Como con cualquier otra enfermedad, lo peligroso viene cuando la persona no recibe un tratamiento y va restringiendo cada vez más su ingesta de alimentos causando una ausencia de los nutrientes necesarios para funcionar. Esto afectará su comportamiento y estará más irritable por lo que su vida se verá afectada no sólo en lo físico sino en sus interacciones sociales. Lo recomendable es ver a un profesional de la psicología en caso de que se viva ésta o cualquier fobia.

Cinofobia

La cinofobia es un temor fuera de lo normal que sienten ciertas personas hacia los perros o hacia las enfermedades que estos pueden transmitir. El miedo a estos animales se ve aumentado por la cantidad de casos de ataques que se han dado apersonas por parte de los mismos.

Es bueno relacionar a los niños pequeños con los perros ya que esto ayuda a que la cinofobia aparezca, los niños son los más expuestos a sufrir esta patología, ya que son más sensibles y temerosos, y los ladridos u otros sonidos al igual que los movimientos brutos que realizan los suelen asustar.

Lo más recomendable para evitar esta situación es que los niños se críen con perros, y enseñarlos a cuidarlos y quererlos y a la vez que tengan cuidado hacia los perros ajenos y que sepan conocer las diferencias

La gente amante de los perros y los animales en general no logra comprender como otras personas puedan sentir miedo hacia estos animales domesticados, pero sin embargo es algo muy común.

No existe un motivo en concreto que desencadene a esta fobia, pero se puede decir que generalmente se trata por ignorar el tema. La fobia puede ser hacia todos los perros en general o hacia determinadas razas o tamaños.

En muchas oportunidades la manifestación de esta fobia es solo una manera de llamar la atención, si la persona no logra su objetivo la fobia se desvanece. La mejor terapia es no exponer a la persona cuando se encuentra con alguien de confianza a los perros, para que de esta manera sepa cómo tratarlos cuando está solo y que pueda notar que realmente no corre ningún riesgo.

CENOFOBIA

¿ Qué es la Cenofobia ?

Esta fobia es el intenso temor patológico o miedo al vacío. También se ha utilizado la denominación de Cenofobia para designar el miedo enfermizo a los grandes espacios.
Etimológicamente el término Cenofobia, deriva de dos palabras griegas, “kenós” que significa vacío y “phobos” que quiere decir miedo o temor.
Nosotros, psicoterapeutas, utilizamos para la resolución de este tipo de trastorno psíquico la Psicoterapia Picoanalítica, primer tratamiento que se utilizó en el mundo para el tratamiento de las fobias, y en concreto el primero en utilizarlo fue Sigmund Freud en el caso Juanito.

jueves, 21 de marzo de 2013

CATAGELOFOBIA

Miedo al ridículo.

Definición ampliada: 

Se define como un persistente, anormal e injustificado miedo a hacer el ridículo, o bien a ser ridiculizado 

BRONTOFOBIA


La  Brontofobia es una condición en la cual el individuo experimenta un miedo extremo a las tormentas, sobre todo las eléctricas. Este tipo de fobia es a menudo frecuente en niños pequeños, pero normalmente comienza a desaparecer a medida que el niño entra en la adolescencia. Los animales domésticos también a veces presentan este miedo.
En los casos leves, el individuo suele practicar algún tipo de evasión. Esto puede incluir la adopción de algún viaje durante la tormenta, o ir avanzando hacia el centro de la casa en un intento de aislarse de la tormenta como sea posible.

Los síntomas pueden incluir:

  • El estallido de un ataque de pánico
  • Pérdida de control
  • Empeoramiento de la salud mental
  • Sentido inminente de muerte.

Causas de Brontofobia

Uno de los orígenes de la condición sería algún tipo de evento traumático en el pasado que implicaba la presencia de un trueno o relámpago. Por ejemplo, vivir un grave accidente de tráfico que se produjeron durante una tormenta con truenos y relámpagos. También haber sido alcanzado por un rayo o que un ser querido haya muerto como consecuencia de una tormenta eléctrica.

Tratamiento de la Brontofobia

Suele estructurarse para hacer frente a los síntomas específicos de Brontofobia exhibida por el paciente.
La terapia es casi siempre parte del proceso de tratamiento.
Dependiendo de la naturaleza y la gravedad de los síntomas, el uso de sedantes o ansiolíticos es utilizado como parte del curso del tratamiento. Al igual que con muchos tipos de fobias, la terapia a menudo busca descubrir las experiencias y percepciones subyacentes que condujeron al desarrollo de la Brontofobia, eliminar el poder que tienen sobre el individuo, y ayudar al paciente a desarrollar una nueva percepción saludable.

BROMIDOFOBIA

En el caso de este tipo de fobia es de unico significado, que se define como a el Miedo irracional y enfermizo a los olores corporales.
Definicion Amplia:
Se define como un persistente, anormal e injustificado miedo al olor corporal propio o ajeno. También se conoce como  Bromidrosifobia.

BASOFOBIA

Basofobia miedo a caerse

Definición de Basofobia

La Basofobia es la sensación de miedo o temor a caerse, a no poder mantenerse de pie. Esta Basofobia se define como la emoción persistente, anormal e injustificada de miedo a no poder mantenerse de pie, a caerse en el momento en el que esta andando.

¿Qué es Baso?

Baso es un prefijo que se refiere al concepto de caida o de caerse.

¿Qué es Basofobia?

La Basofobia como tantas otras fobias, es un temor que aparece frente a determinadas situaciones a las que nos enfrentamos en este caso a caerse en el momento en el que se esta andando, o al no poderse levantar después de caerse. Este temor o miedo comienza a ser perjudicial para nuestra vida cuando nos limita para hacer aquello que deseamos.

¿Cómo Superar la Basofobia?

ara superar la Basofobia, es necesario un tratamiento ó un acompañamiento terapéutico, para ello es existen terapias psicológicas, técnicas de PNL y del Coaching Ontológico.

Test / diagnóstico de Fobia Específica: Basofobia

El Resultado del Test aparecerá aquí debajo.

¿Tengo sensación malestar, sudor o ansiedad al caminar?

A veces
Casi nunca
Siempre

¿Suelo tener que evitar caminar solo despues de una lesión?

A veces
Casi nunca
Siempre

¿ Suelo cancelar alguna de mis actividades para evitar salir a caminar?

A veces
Casi nunca
Siempre
Si sus respuestas fueron “siempre” usted tiene esta fobia

miércoles, 6 de marzo de 2013

ARACNOFOBIA


La aracnofobia es el asco o fobia a las arañas. Es una de las fobias más comunes, y posiblemente la fobia de animales más extendida. Las reacciones de los aracnofóbicos frecuentemente parecen irracionales a otras personas, e incluso al propio afectado. Procuran mantenerse alejados de cualquier sitio donde creen que habitan arañas, o donde han observado telas de araña. Si ven una araña de lejos, quizá no puedan entrar en la zona, aunque sea espaciosa, o al menos tendrán que hacer antes un esfuerzo para controlar su pánico, que se caracteriza por sudoración, respiración rápida, taquicardia y náusea. También los que sufren aracnofobia cuando ven una araña sea grande o pequeña, se apresuran a erradicar la araña, y siempre utilizando algún objeto alargado, como un palo, para no tener que acercarse demasiado al arácnido. El miedo a las arañas puede determinar el lugar donde el fóbico decide vivir, o el sitio al que acudirá en vacaciones, y limitar los deportes o pasatiempos de los que puede disfrutar.
Como la mayoría de las fobias, la aracnofobia se puede curar con tratamiento psicológico. Lo habitual es usar métodos que exponen gradualmente al fóbico al animal que le aterroriza (desensibilización sistemática).

BASOFOBIA

BASOFOBIA Definición ampliada: Se define como un persistente, anormal y injustificado miedo a andar y caerse, y una inhabilidad para permanecer de pie. Se trata de una incapacidad para caminar o para estar de pie por temor a caerse. Suele afectar a las personas que recientemente sufrieron la rotura de un hueso o la inmovilidad de una pierna. La persona no se considera capaz de sostenerse en pie o de andar. La fisioterapia puede ayudar al paciente a ganar confianza y a lentamente superar sus temores, y animarse a volver a caminar. Es importante que su familia y sus seres queridos le den seguridad y confianza durante el tratamiento para que puedan volver a caminar sin experimentar ansiedad.

MIEDO O FOBIA?????????

ACOMOFOBIA




La ACROFOBIA se encuentra dentro de los tipos de fobias consideradas como específicas, es decir, se trata de un miedo morboso e irracional hacia objetos afilados como agujas, cuchillos, lápices, lo inverosímil de los miedos es que también se genera pánico ante cosas como un dedo que está señalando o la punta de un paraguas. El término proviene de la expresión griega con los vocablos Aichme que significa “pico” y Phobos que significa “miedo”. A menudo ésta fobia se encuentra relacionada con la tripanofobia, es decir con el miedo irracional e incontrolable hacia los procedimientos médicos donde se encuentran implicadas las inyecciones o las agujas hipodérmicas.
 
El desarrollo en la manifestación está relacionado con el cerebro mismo que se encuentra compuesto de varias partes, cada sección del cerebro se encarga de controlar diversas funciones del cuerpo, es así que se puede escuchar, pensar y ver, es decir esas funciones básicas y normales en la vida humana. La amígdala se encarga de controlar el miedo. Muchas veces el miedo es aprendido, tal y como ha sido demostrado por Ivan Pavlov en los estudios haciendo uso de los perros. Gracias a dichos estudios se descubrió que los seres humanos, así como los animales, pueden ser acondicionados -o entrenado- para mostrar un comportamiento en particular en presencia de estímulos que se caracterizan por ser específicos. Como lo es la salivación de los perros al sonido de la campana en los estudios de Pavlov. Es así que por una parte se dice que en ésta fobia el miedo puede deberse a un estímulo a algo que ha sido aprendido por la persona en algún momento de su vida, las situaciones y los escenarios son tan variados que para encontrar la raíz del problema es necesario acudir a una terapia psicológica para que ayude a detectar el momento en que se gestó la raíz del miedo y así poder hacerle frente. Además que el miedo y algunas fobias también pueden seguir un patrón biológico. Por ejemplo, la psicología evolutiva nos hace ver que los antepasados pueden tener un comportamiento adquirido y dicho comportamiento ha podido ser propagado de generación en generación.
Un tratamiento adecuado para la persona que padece de aicmofobia incluye una hipnoterapia, la mezcla entre la hipnosis y la terapia podría ser verdaderamente útil. Si la aicmofobia ha sido causad por un factor ambiental, dicho tratamiento es más útil todavía. En la hipnosis se encuentra la clave para abordar al paciente, gracias a ésta el sujeto se puede relajar y descubrir el problema y así ayudarle a curarse de su fobia.

Agorafobia


La agorafobia es un trastorno de ansiedad que consiste en el miedo a los lugares donde no se puede recibir ayuda, por temor a sufrir una crisis de pánico. Un ataque de pánico o crisis de ansiedad consiste en un cuadro clínico caracterizado por el aumento de la frecuencia y presión sanguínea, la respiración agitada, sudor, sensación de ahogo, mareo, temblores y despersonalización.
La agorafobia es miedo al miedo. Los agorafóbicos temen las situaciones que puedan generarles sensaciones de ansiedad, miedo a la propia activación fisiológica y a los pensamientos sobre las consecuencias de experimentarlas, como la idea de morir.1
De acuerdo con la etimología de la palabra, la agorafobia está especialmente relacionada con el temor intenso a los espacios abiertos o públicos en los que pueden presentarse aglomeraciones. La palabra procede de los términos griegos "ágora", "plaza", y "phobos", "miedo".
La agorafobia está estrechamente relacionada con el trastorno de pánico, y no es raro que ambos trastornos sean comórbidos.
Entre los miedos que experimenta el agorafóbico están el miedo a vivir una crisis, a desmayarse, a sufrir un infarto, a perder el control, a hacer el ridículo, etc.
El trastorno se genera por alguna experiencia negativa por parte de la persona, quien al evitar las situaciones parecidas está desarrollando un mecanismo de aprendizaje que hace permanecer el problema. Entre los factores de riesgo se pueden incluir episodios relacionados con intensos niveles de pánico o experimentar eventos estresantes, incluido el abuso sexual o físico durante la infancia. El tratamiento cognitivo-conductual de la agorafobia es el más exitoso entre los utilizados y se basa en someter al paciente a una exposición gradual a las situaciones que típicamente le provocan la ansiedad.
La agorafobia suele incluir o desarrollar en la persona afectada otras fobias más específicas, tales como estar o quedarse solo/a (anuptafobia), fobia a los lugares cerrados (claustrofobia), a las alturas (acrofobia), al agua (hidrofobia), a estar rodeado de gente (enoclofobia), a las enfermedades (hipocondría), al día o a la noche (nictofobia), al tiempo/clima (cronofobia) e incluso al sexo (erotofobia).
El agorafóbico tiende a evitar situaciones potencialmente ansiógenas, como lo pueden ser salir de casa, usar transportes públicos, ir de compras, comer en restaurantes, entrar al cine, hacer deporte, viajar, estar en lugares públicos o áreas amplias, etc. Estas situaciones pueden representar un grave problema en la vida del agorafóbico, pudiendo llevar a la persona afectada a casi no salir de su casa con el fin de tratar de evitar la gran cantidad de ansiedad causada por el pánico.
Este trastorno tiene un mayor porcentaje de pacientes mujeres que hombres. Entre un 1% y un 5% de la población española ha desarrollado un episodio psicológico relacionado con la agorafobia durante su vida.
Al igual que otras fobias, el tratamiento más habitual es de tipo conductual o cognitivo-conductual.



AFENFOBIA



AFENFOBIA
Miedo a ser tocado.


Definición ampliada:
Se define como un persistente, anormal y injustificado miedo a ser tocado. También se la conoce como hafefobia.
Se trata de una exageración aguda de la tendencia normal de las personas a proteger el propio espacio, se siente como un temor a la contaminación o a la invasión, incluso extendida hacia personas que la persona fóbica conoce bien. En ocasiones, la fobia se extiende únicamente a las personas del sexo opuesto, acercándose entonces a la fobia al acoso sexual, o sea, la llamada contreltofobia o agrafobia.

lunes, 4 de marzo de 2013

AFENFOBIA

Acusticofobia


Definición de Acusticofobia



La acusticofobia es la sensación de miedo o temor ante los ruidos o situaciones con decibeles altos. Esta acusticofobia se define como la emoción persistente, anormal e injustificada de miedo frente la situación de encuentro o permanencia en ruidos.
¿Qué es acustico ó acustica?
Por acústica se define a la ciencia que estudia la transmisión, producción y percepción del ancho de banda audible por los seres humanos, como también los sonidos que no somos capaces de escuchar.

¿Qué es Acusticofobia?
La acusticofobia como tantas otras fobias, en un temor que aparece frente a determinadas situaciones a las que nos enfrentamos en este caso las zonas con ruidoso elementos que producen los mismos. Este temor o miedo comienza a ser perjudicial para nuestra vida cuando nos limita para hacer aquello que deseamos.


¿Cómo Superar la Acusticofobia?
Para superar la acusticofobia, es necesario un tratamiento ó un acompañamiento terapéutico, para ello es existen terapias psicológicas, técnicas de PNL y del Coaching Ontológico.





Test / diagnóstico de Fobia Específica: Acusticofobia
El Resultado del Test aparecerá aquí debajo.
¿Tengo sensación de malestar, temblor o mareo en situaciones de ruido alto?
 A veces
 Casi nunca
 Siempre
¿Suelen decirme que exagero al quejarme de los ruidos y que me pongo muy susceptible?
 A veces
 Casi nunca
 Siempre
¿Suelo cancelar alguna de mis actividades por eventos de sudoración, pánico o malestar producido por los ruidos?
 A veces
 Casi nunca
 Siempre
Si sus respuestas fueron “siempre” usted tiene esta fobia

ACUSTICOFOBIA

domingo, 3 de marzo de 2013

ACLUOFOBIA


Definición de acluofobia


La acluofobia es la sensación de miedo o temor ante la oscuridad. Esta acluofobia se define como la emoción persistente, anormal e injustificada de miedo frente a la oscuridad.

¿Qué es la oscuridad?
La oscuridad es la ausencia de luz o una cantidad de luz reducida.

¿Qué es acluofobia?


La acluofobia como tantas otras fobias, en un temor que aparece frente a determinadas situaciones a las que nos enfrentamos en este caso las zonas o sitios oscuros. Este temor o miedo comienza a ser perjudicial para nuestra vida cuando nos limita para hacer aquello que deseamos.

¿Cómo Superar la acluofobia?

Para superar la acluofobia, es necesario un tratamiento ó un acompañamiento terapéutico, para ello existen terapias psicológicas, técnicas de PNL y del Coaching Ontológico.